El Ayuntamiento de Bilbao ya ha definido el nuevo impuesto de bienes inmuebles (IBI), aunque los ciudadanos deberán esperar hasta septiembre para que la Diputación les notifique individualmente lo que les toca pagar. Mientras tanto, hay que conformarse con las cifras generales. El término medio del importe del recibo ascenderá a 144,00 €, con un incremento de seis por habitante, según los datos facilitados por la concejalía de hacienda.
El gobierno municipal defiende que no habrá catastrazo, como en otras ciudades, por las medidas correctoras, que ya se han adoptado. Con la revisión realizada por la Diputación, después de más de 40 años, el valor de los inmuebles de la ciudad se ha multiplicado por cuatro, incidiendo más en los barrios periféricos, donde carecían de urbanización e infraestructuras. 
Al rebajar el tipo general y establecer otro incrementado para las propiedades con mayor valor catastral, el impacto en los contribuyentes será desigual: al 51% se le subirá la cuota, mientras que al resto, se le bajará.
Para muchos de ellos los cambios no serán determinantes. Se calcula que al 21,5% la subida será inferior a los 20,00 €, al 19,5% el aumento oscilará entre los 20,00 y los 60,00 €, mientras que al 10% restante, tendrá que afrontar un mayor desembolso.
El Ayuntamiento ha comunicado que prevee recaudar dos millones más por este concepto y para compensar, ha decidido, congelar el resto de impuestos y tasas en 2017. Por otra parte, la plusvalía y la tasa de alcantarillado también dependen del valor catastral, pero con los ajustes de tipos, su impacto será nulo.